Según el Informe Brundtland, elaborado en 1987 por varios países por encargo de las Naciones Unidas, Sostenibilidad se define como la capacidad de satisfacer las necesidades de la actual generación sin sacrificar la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades. El nombre del informe se debe a la doctora Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega, quien encabezó la Comisión creada por la ONU.
Para comenzar este tema, amplio y de palpitante actualidad tanto a nivel municipal, como nacional y de la comunidad internacional, veamos cómo apareció y en qué consiste esta nueva disciplina.
1. El Ambientalismo como movimiento social
Ambientalismo es una filosofía amplia que hace referencia a las inquietudes por la conservación del medio ambiente; centra sus acciones en mejorar el estado de los ecosistemas, reconociendo a la humanidad como participante en ellos. El ambientalismo también es un movimiento social que busca influir en el proceso político mediante el cabildeo, el activismo y la educación para proteger los recursos naturales y los ecosistemas; este movimiento social está basado en la ecología como ciencia, la salud pública, y los derechos humanos.
En el siglo antepasado, con la revolución industrial aparecieron las grandes fábricas y el consumo de grandes cantidades de carbón y de otros combustibles fósiles, lo cual dió lugar a la contaminación del aire y a un gran volumen de descargas químicas industriales en ríos y mares, agregándose al volumen creciente de desechos humanos no tratados. Hacia los años 1860s aparecieron las primeras normas ambientales en Gran Bretaña, para controlar los álcalis y regular la contaminación del aire; así surgió el ecologismo, como una reacción a la industrialización, al crecimiento de las ciudades y al desmejoramiento de la calidad del aire y del agua.
El ambientalismo como movimiento social, se inició en Estados Unidos en 1739, cuando Benjamin Franklin y otros residentes de Filadelfia solicitaron a la Asamblea de Pensilvania que detuviera el vertido de desechos y eliminara las curtiembres del distrito comercial de dicha ciudad. Luego este movimiento se expandió en el siglo XIX, con base en las ideas de John Muir y Henry David Thoreau, quienes hicieron contribuciones filosóficas clave, ya que llegaron a proponer el ambientalismo como un derecho de la naturaleza, después de pasar un tiempo caminando en el valle de Yosemite y estudiando tanto la ecología como la geología.
El movimiento ambientalista también se llama ecologista, y es hoy en día un movimiento global político y social que defiende la protección del medio ambiente. El movimiento también busca mantener la salud del ser humano, en equilibrio con los ecosistemas naturales; aquí se considera a la humanidad como una parte de la naturaleza y no algo separado de ella. El movimiento está representado por una amplia y variada gama de organizaciones no-gubernamentales, desde el nivel local hasta el nivel global.
Los primeros ecologistas se apoyaron en el trabajo de Rachel Carson, bióloga marina y conservacionista estadounidense, quien contribuyó a la puesta en marcha de la conciencia ambiental moderna, mediante el libro Primavera Silenciosa publicado en 1962, y otros escritos que sirvieron de base científica para pronosticar la muerte del planeta debido a la actividad humana.
Durante la década de 1970 a 1980 se aprobaron en Estados Unidos varias leyes ambientales, así: Agua Limpia, Aire Limpio, Especies en Peligro de Extinción, y Política Ambiental Nacional, las cuales han sido los cimientos para los estándares medioambientales modernos. Gracias al movimiento ecologista, la conciencia pública y las ciencias del medioambiente han mejorado en los últimos años, incluyendo los conceptos de sostenibilidad, cambio climático, lluvia ácida y contaminación genética.
2. Calentamiento global y cambio climático
Calentamiento global es el incremento en la temperatura de la superficie del globo terrestre que se debe predominantemente a actividades humanas. El término cambio climático incluye, tanto el concepto de calentamiento global, como sus efectos en el clima. Si bien cierto que han habido periodos prehistóricos de calentamiento global, algunos de los cambios observados desde mediados del siglo XX no han tenido precedentes. El efecto invernadero es el proceso mediante el cual la absorción y emisión de radiación infrarroja por los gases en la atmósfera calientan la atmósfera interna y la superficie de la Tierra. Los gases de efecto invernadero producen un calentamiento de aproximadamente 33 °C en promedio; sin la atmósfera, la temperatura promedio de la Tierra estaría muy por debajo del punto de congelación del agua.
El cambio climático futuro y los impactos asociados serán distintos de una región a otra, alrededor del globo. Los efectos anticipados del cambio climático incluyen un aumento en las temperaturas globales, una subida en el nivel del mar, un cambio en los patrones de las precipitaciones y una expansión de los desiertos subtropicales. Se espera que el calentamiento sea mayor en la tierra contiental que en los océanos, y que el calentamiento más acentuado suceda en el Ártico, con la consecuente desaparición de los glaciares. Otros efectos probables incluyen: olas de calor, sequías, lluvias torrenciales, fuertes nevadas, acidificación de los ocános, y extinción de muchas especies debido a las temperaturas cambiantes. Entre los impactos más significativos para los humanos se incluye la amenaza a la seguridad alimentaria por la disminución del rendimiento de las cosechas y la pérdida de habitat por las inundaciones.
Se han detectado en todo el mundo los efectos del cambio climático en los sistemas humanos, en su mayoría debido al calentamiento, al cambio en los patrones de precipitación, o a ambos. La producción de trigo y maíz a nivel mundial se ha visto afectada por el cambio climático; pese a que la productividad agrícola se ha incrementado en algunas regiones de latitud media, como el Reino Unido y en el noroeste de China, las pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos extremos han aumentado a nivel mundial. También se ha producido una mortalidad vinculada al cambio de frío a calor en algunas zonas como resultado del calentamiento; sus efectos se observan en más regiones que antes, en todos los continents, y a lo largo de zonas oceánicas.
Los futuros impactos sociales del cambio climático serán desiguales; se espera que muchos riesgos aumenten al aumentar el calentamiento global; todas las regiones están en riesgo de sufrir impactos negativos. Las zonas de baja latitud y de menor desarrollo se enfrentan a los mayores peligros.
A manera de ilustración, se prevén los siguientes impactos:
a) Comida: la productividad agrícola probablemente se verá afectada negativamente en los países de baja latitud, mientras que los efectos en latitudes septentrionales pueden ser positivos o negativos. Se calcula que con niveles de calentamiento global de alrededor de 4,6 °C, en relación con los niveles pre-industriales, podrían representar un gran peligro para la seguridad alimentaria mundial y regional.
b) Salud: en general los impactos serán más negativos que positivos; estos incluyen fenómenos meteorológicos extremos, que pueden producir lesionados y pérdida de vidas humanas, y efectos indirectos, como la desnutrición provocada por las malas cosechas.
La reacción del público al calentamiento global y su preocupación por su impacto también están aumentando. Un informe global del Centro de Investigación Pew halló que en promedio el 54 % del público lo considera “un problema muy serio”, aunque existen diferencias regionales significativas; por ejemplo en Estados Unidos y China, cuyas economías son responsables de las mayores emisiones de gas carbónico, son los menos preocupados.
De otra parte, los habitantes de regiones económicamente desarrolladas han tomado consciencia del problema del calentamiento global desde finales de la década de 1980. La primera encuesta importante a nivel mundial, realizada por Gallup en 2008-2009 en 127 países, encontró que el 62 % de la población mundial dijo saber sobre el calentamiento global. En los países desarrollados de América del Norte, Europa y Japón, más del 90 % sabía sobre este fenómenos (97 % en EE. UU., 99 % en Japón); en países menos desarrollados, especialmente en África, menos de un 25% sabía sobre éste, aunque muchos habían notado los cambios meteorológicos locales.
En el año 2010 ciento once países fueron encuestados, y Gallup encontró que hubo una disminución sustancial respecto del período 2007-2008 en cuanto al número de estadounidenses y europeos que consideraron el calentamiento global como una seria amenaza. En los Estados Unidos, un poco más de la mitad de la población (53 %) lo considera ahora como una seria preocupación para ellos mismos o sus familias, o sea 10 puntos por debajo de la encuesta de 2008 (63 %). En América Latina aumentó la preocupación a un 73 % de los encuestados que lo consideraron como una seria amenaza para sus familias.
Las políticas sobre el calentamento global son complejas debido a numerosos factores que surgen de la interdependencia con la economía mundial, los grandes intereses detrás de las causas del calentamiento global, y otros factores; esto hace que el calentamiento global se ha convertido en un desafío mundial. Hoy en día la mayoría de los países son miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC); el objetivo de este organismo es prevenir una interferencia humana peligrosa en el sistema climático. Como se declara en la Convención, esto requiere que las concentraciones de gas de efecto invernadero se estabilicen en la atmósfera a un nivel en el que los ecosistemas puedan adaptarse naturalmente al cambio climático; la producción de alimentos no se vea amenazada; y el desarrollo económico pueda proseguir de una manera sostenible.
En junio de 1964 se formó en las Naciones Unidas el Grupo de los 77, que lo componían originalmente 77 países y ahora representa a 134 naciones en vías de Desarrollo. Este grupo llamado G77 presionó a los países desarrollados mediante un mandato que les exigía reducir sus emisiones. Esto se justificó sobre la base de que las emisiones del mundo desarrollado han contribuido más a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este mandato se sustentó en el Protocolo de Kioto, el cual fue adoptado en diciembre de 1997 en Kioto (Japón), pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005; al ratificar este Protocolo los países más desarrollados aceptaron compromisos jurídicamente vinculantes, de limitar sus emisiones.
3. Por qué adoptar un modo de vida sostenible?
Repasando las estadísticas de la población mundial sabemos que la población humana total llegó a mil millones de habitantes en 1800, y luego en tan solo 130 años llegó a dos billones; peo lo más sorprendente es que en 1960 llegó al tercer billón de personas, en tan solo 30 años. Con esa tasa de crecimiento la población se triplicará hacia 2050 (9 billones de habitantes). La razón de este crecimiento exponencial de la población es porque estamos produciendo vestuario, alimentos, transporte y todo lo demás con la energía solar almacenada en la tierra desde hace 400 millones de años, en la forma de carbón y petróleo. Las piedras angulares del sistema que tenemos están descansando sobre los combustibles fósiles; es decir que todas nuestras vidas están siendo subsidiadas por el petróleo, ya que estamos aprovechando esos recursos sin pagar el precio de lo que costó “producirlos”.
Desde el espacio es posible ver ahora cómo la raza humana ha cambiado la tierra; la mayor parte de los terrenos disponibles han sido limpiados de bosques, y ahora se utilizan para la agricultura o el desarrollo urbano; los casquetes polares se están reduciendo y las áreas desérticas están aumentando; por la noche, la tierra ya no está oscura, pues grandes áreas están iluminadas. Todo esto es evidencia de que la explotación humana del planeta está llegando a un límite crítico; pero las demandas y expectativas humanas son cada vez mayores. No podemos seguir contaminando la atmósfera, envenenando el océano y agotando la tierra, pues no hay más disponibles.
La historia de la humanidad es básicamente una relación entre los dos sistemas más complicados sobre la tierra: la sociedad humana y la naturaleza. A medida que vayamos destruyendo la naturaleza, seremos destruídos en el proceso; el medio ambiente va a sobrevivir, pero nosotros los humanos no podremos sobrevivir. Estamos causando la devastación en la base de nuestro sistema de vida. La gran ruptura en esa relación se produjo en el siglo XIX con la máquina de vapor, la era de los combustibles fósiles y la revolución industrial. Después de la revolución industrial, la naturaleza se convirtió en un recurso, y ese recurso es visto como si fuera eternamente abundante; esto ha conducido al crecimiento o la expansión ilimitados. Esto sucede porque nuestra cultura se basa en el supuesto de que somos la forma de vida superior en la tierra y que se nos ha dado total dominio sobre todas las demás formas de vida.
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