Las coplas es un género musical popular, muy sencillo, el cual recoge en cuartetas o estrofas breves una expresión del sentir del campesino colombiano respecto de sus amores, o de su pensamiento politico y religioso. Son múltiples las fuentes donde pueden conseguirse transcritas muchas de estas estrofas, aunque principalmente se transmiten por comunicación oral, la mayoría con adecuaciones locales o personales, en fiestas regionales o campesinas.
A continuación se transcriben 40 coplas, muy conocidas en la región cundiboyacense, que se han convertido en lenguaje del pueblo:
La gallina puso un huevo
pero lo puso movido,
de tanto bailar bambuco
con el gallo amanecido.
Aquellos ojitos negros
ya me tienen atontao,
porque me miran seguido
y miran de medio lao.
Ojos de Santa Lucía
qui alumbran toda la mar,
no me mires tan seguido
porqui al jin me hacés llorar.
Ojos de Santa Lucía,
ojos me niñ’ amada;
cada vez que salgu ajuera
les dirij’ una mirada.
Ojos de Santa Lucía,
qui alumbran toda la playa;
qué bonitos ojos negros;
lástima que yo me vaya!
Tus ojos, bella paloma,
tienen pleito con el sol:
porq’ el sol es uno solo,
tus ojos, dos soles son.
Vos sabés y no sabés
esimular los antojos;
decís que no me querés,
pero se te van los ojos.
Tenés tan lindos ojitos…
Regalámelos a mí,
a ver si por medio d’ellos,
me querés como yu a ti.
Este niñu es muy juicioso
y yo me muero por él;
sus ojitos mi arrebatan
y su boquita tamién.
Luceritos son ojitos,
candelillas, candelillas;
me gusta salir al alto
solo para ver cómo brillan.
Salg’ el sol, salga la luna,
salgan todas las estrellas,
y que salga mi chatica
en medio de toas ellas.
Si es el sol y si la luna,
se dentran a tu casita;
yo no me puedo dentrar
sin permisu ‘e tu mamita.
Cuando paso por el alto
me pongu a mirar el sol
y le digo: “¡Q’ es la vaina,
que jué tanta mirazón?”
Nu importa que siás morena,
te lo digo, vida mía:
yo quisiera ser el sol
pa’ mirarte todu el día.
Hasta del sol tengo celos
cuando sale muy brillante:
me parece que madruga
solamente por mirarte.
Cuando sal’ el solecito
y alumbra tu cabellera,
me provoca desajiarlo
y pegarle si pudiera.
‘Mano sol salió contento
pa’ la tierra guayatuna
porque creyó q’ en las jiestas
estaba la niña luna.
Me convidan las estrellas
a las bodas de la luna:
quesque se quere casar
con el sol la gran jijuna.
A las jiestas en el sol
me convidab’ un lucero:
tanta pena que me daba,
yo soltera y él soltero.
Las avecillas del cielo
se mantienen con mosquitos,
así me mantengo yo
con abrazos y besitos.
Yo me voy, no me pregunten
me voy a bodas al cielo;
soy estrella solitica
y me voy con un lucero.
Me pusi a contar estrellas
y topí una menuíta;
que julleros son los hombres
cuando ven a una bonita.
Los luceros en el cielo
caminan de dos en dos:
así se mueven mis ojos
cuando te miran a vos.
Las estrellas en el cielo
sale una, salen dos:
así salen mis suspiros
cuando me acuerdo de vos.
D’entre todas las estrellas
me gustan aquellas dos,
porqui al verlas tan junticas
al momento piensu en vos.
Tan bonito q’ es el cielo
con estrellas menuítas;
tan bonito q’ es el hombre
entre muchachas bonitas.
Las estrellas en el cielo
van andando di un’ en una;
así caminara yo
a los rayos de la luna.
Dicen que nu han levantao
la torr’ en la Trinidá’;pero los vecinos dicenque l’arán, l’arán, l’arán.Peliando yu en Palonegrome tiraron un balazo;si tantico me descuidome rompen el calabazo.Se murió Simón Golívarmás allá de Bogotá;y áhi tenemos su recuerdo,la Patr’ y la libertá’.
Yo me salgo de Guateque
y paso por Machetá;
y echando pata con juicio
voy a dar a Chocontá.
Desde Guatequi hasta Suta
es esto lo que gastás:
a caball’ un trisitico,
y a pat’ un trisito más.
Sali uno de Sutatenza
y al momento ‘ta en Guateque;
pero tiene q’ ir armao:
si nó, le ponen pereque.
Me queriá matar un indio
en la plaza de Guateque,
solo por haberle dicho
que no pusiera pereque.
Naranjas hay en Guateque,
en Suta y en Guayatá;
par’ hallar indias bonitas,
lo mismu es aquí qui allá.
Pa’ chirimoyas, Guateque;
pa’ naranjas, Machetá;
para muchachas bonitas
Somondocu y Guayatá.
En Chiquinquirá, la gloria;
en Bogotá, medio cielo;
en Tunj’ es el purgatorio
y en Sogamosu el injierno.
Cuandu el diablo ‘ta de gusto
se v’ a jiestas a Monguí,
a bailar con las doncellas
y a comer con hartu ají.
Cuandu el diablo ‘t’ álgo triste
se va para Turmequé;
las niñas le sirven chicha
y le dicen Su mercé’.
El q’ iba pa’ Chinavita
le diju al de Tibaná:
“Si las niguas se li acaban,
los sotes ya van p’allá.
- Coplas colombianas - Paisajes colombianos y su folclor, Freddy Rojas
- El Gran Libro de Colombia, Guillermo Abadía; Editorial Circulo de Lectores
- Coplas Boyacenses - El Pueblo Boyacense y su Folclor, Biblioteca Virtual de la Biblioteca Luis Angel Arango
¡Que bellas y graciosas coplas querido Rafael.
ReplyDeleteDefinitivamente el ingenio de nuestra gente es encantador. Muchas gracias por su investigación y por publicar esta expresión auténtica de nuestra bella gente Boyacense.
Así es. Discúlpeme que no había visto tu comentario, el cual agradezco. Hoy volví a publicar el post en mi perfil de Facebook.
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