Saturday, January 30, 2021

Coplas populares cundiboyacenses

Las coplas es un género musical popular, muy sencillo, el cual recoge en cuartetas o estrofas breves una expresión del sentir del campesino colombiano respecto de sus amores, o de su pensamiento politico y religioso. Son múltiples las fuentes donde pueden conseguirse transcritas muchas de estas estrofas, aunque principalmente se transmiten por comunicación oral, la mayoría con adecuaciones locales o personales, en fiestas regionales o campesinas.

A continuación se transcriben 40 coplas, muy conocidas en la región cundiboyacense, que se han convertido en lenguaje del pueblo:



La gallina puso un huevo
pero lo puso movido,
de tanto bailar bambuco
con el gallo amanecido.


Aquellos ojitos negros

ya me tienen atontao,

porque me miran seguido

y miran de medio lao.

 

Ojos de Santa Lucía

qui alumbran toda la mar,

no me mires tan seguido

porqui al jin me hacés llorar.

 

Ojos de Santa Lucía,

ojos me niñ’ amada;

cada vez que salgu ajuera

les dirij’ una mirada.

 

Ojos de Santa Lucía,

qui alumbran toda la playa;

qué bonitos ojos negros;

lástima que yo me vaya!

 

Tus ojos, bella paloma,

tienen pleito con el sol:

porq’ el sol es uno solo,

tus ojos, dos soles son.

 

Vos sabés y no sabés

esimular los antojos;

decís que no me querés,

pero se te van los ojos.

 

Tenés tan lindos ojitos…

Regalámelos a mí,

a ver si por medio d’ellos,

me querés como yu a ti.

 

Este niñu es muy juicioso

y yo me muero por él;

sus ojitos mi arrebatan

y su boquita tamién.

 

Luceritos son ojitos,

candelillas, candelillas;

me gusta salir al alto

solo para ver cómo brillan.



Salg’ el sol, salga la luna, 

salgan todas las estrellas, 

y que salga mi chatica 

en medio de toas ellas.

 

Si es el sol y si la luna, 

se dentran a tu casita; 

yo no me puedo dentrar 

sin permisu ‘e tu mamita.

 

Cuando paso por el alto 

me pongu a mirar el sol 

y le digo: “¡Q’ es la vaina, 

que jué tanta mirazón?”

 

Nu importa que siás morena, 

te lo digo, vida mía:

 yo quisiera ser el sol 

pa’ mirarte todu el día.

 

Hasta del sol tengo celos 

cuando sale muy brillante: 

me parece que madruga

solamente por mirarte.

 

Cuando sal’ el solecito 

y alumbra tu cabellera, 

me provoca desajiarlo

y pegarle si pudiera.

 

‘Mano sol salió contento 

pa’ la tierra guayatuna 

porque creyó q’ en las jiestas

estaba la niña luna. 

Me convidan las estrellas 

a las bodas de la luna: 

quesque se quere casar 

con el sol la gran jijuna.

 

A las jiestas en el sol 

me convidab’ un lucero: 

tanta pena que me daba, 

yo soltera y él soltero.

 

Las avecillas del cielo
se mantienen con mosquitos,
así me mantengo yo
con abrazos y besitos.

  

 

 

Yo me voy, no me pregunten

me voy a bodas al cielo; 

soy estrella solitica 

y me voy con un lucero.

 

Me pusi a contar estrellas 

y topí una menuíta; 

que julleros son los hombres 

cuando ven a una bonita.

 

Los luceros en el cielo 

caminan de dos en dos: 

así se mueven mis ojos 

cuando te miran a vos.

 

Las estrellas en el cielo 

sale una, salen dos: 

así salen mis suspiros 

cuando me acuerdo de vos.

 

D’entre todas las estrellas 

me gustan aquellas dos, 

porqui al verlas tan junticas 

al momento piensu en vos.

 

Tan bonito q’ es el cielo 

con estrellas menuítas; 

tan bonito q’ es el hombre 

entre muchachas bonitas.

 

Las estrellas en el cielo 

van andando di un’ en una; 

así caminara yo 

a los rayos de la luna.

 

Dicen que nu han levantao

la torr’ en la Trinidá’;
pero los vecinos dicen
que l’arán, l’arán, l’arán.
 
Peliando yu en Palonegro
me tiraron un balazo;
si tantico me descuido
me rompen el calabazo.
 
Se murió Simón Golívar
más allá de Bogotá;
y áhi tenemos su recuerdo,
la Patr’ y la libertá’. 

 


Yo me salgo de Guateque

y paso por Machetá;

y echando pata con juicio

voy a dar a Chocontá.

 

Desde Guatequi hasta Suta

es esto lo que gastás:

a caball’ un trisitico,

y a pat’ un trisito más.

 

Sali uno de Sutatenza

y al momento ‘ta en Guateque;

pero tiene q’ ir armao:

si nó, le ponen pereque.

 

Me queriá matar un indio

en la plaza de Guateque,

solo por haberle dicho

que no pusiera pereque.

 

Naranjas hay en Guateque,

en Suta y en Guayatá;

par’ hallar indias bonitas,

lo mismu es aquí qui allá.

 

Pa’ chirimoyas, Guateque;

pa’ naranjas, Machetá;

para muchachas bonitas

Somondocu y Guayatá.

 

En Chiquinquirá, la gloria;

en Bogotá, medio cielo;

en Tunj’ es el purgatorio

y en Sogamosu el injierno.

 

Cuandu el diablo ‘ta de gusto

se v’ a jiestas a Monguí,

a bailar con las doncellas

y a comer con hartu ají.

 

Cuandu el diablo ‘t’ álgo triste

se va para Turmequé;

las niñas le sirven chicha

y le dicen Su mercé’.

 

El q’ iba pa’ Chinavita

le diju al de Tibaná:

“Si las niguas se li acaban,

los sotes ya van p’allá.

 

 


Referencias: 

  • Coplas colombianas - Paisajes colombianos y su folclor, Freddy Rojas
  • El Gran Libro de Colombia, Guillermo Abadía; Editorial Circulo de Lectores
  • Coplas Boyacenses - El Pueblo Boyacense y su Folclor, Biblioteca Virtual de la Biblioteca Luis Angel Arango



2 comments:

  1. ¡Que bellas y graciosas coplas querido Rafael.

    Definitivamente el ingenio de nuestra gente es encantador. Muchas gracias por su investigación y por publicar esta expresión auténtica de nuestra bella gente Boyacense.

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    1. Así es. Discúlpeme que no había visto tu comentario, el cual agradezco. Hoy volví a publicar el post en mi perfil de Facebook.

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