Wednesday, January 11, 2017

Soñando con un Museo del Carbón en Suesca


A raiz de la elaboración de la Memoria de Abelardo Cortés Guáqueta, que he estado escribiendo para celebrar el Centenario de su Natalicio el próximo 14 de febrero, vino a mi mente la idea de crear un Museo de la Minería del Carbón en Suesca, utilizando minas existentes pero cerradas, como un atractivo turístico para el municipio que lo vió nacer.  Sería a la vez un medio para honrar su memoria, dándole trascendencia a los esfuerzos y valores que él  representó, y generar empleo y beneficios derivados del turismo para la comunidad suescana.

Esta idea se nutrió de una experiencia personal  cuando viajé a Gran Bretaña en 1985, a adelantar una maestría en Administración de Negocios Internacionales, y tuve oportunidad de visitar “Big Pit”, una mina histórica del país de Gales, la cual hoy en día se ha convirtido en museo.

El caso que voy a narrar a continuación se desenvuelve en un país desarrollado, como es el país de Gales, y obviamente el proyecto para Suesca sería de otras dimensiones. Por lo tanto, el caso de la Gran Mina (“Big Pit”)[1] que aquí se presenta sirve tan solo como referencia, ya que habrá que adaptarlo a las condiciones locales y a los recursos de nuestro país. 


El museo nacional del carbón de la Gran Mina (“Big Pit”) es un museo industrial del patrimonio del País de Gales, Reino Unido. Este museo fue una mina de carbón real que operó durante 100 años, de 1880 a 1980. El Museo fue abierto al público en 1983 bajo los auspicios del Museo Nacional del País de Gales. El sitio está dedicado a la preservación operativa del patrimonio galés de la minería del carbón, que tuvo lugar durante la revolución industrial. Big Pit es parte del paisaje industrial de Blaenavon, Patrimonio de la Humanidad, y un punto de anclaje de la ruta europea del patrimonio industrial.

Historia de la mina

Big Pit fue originalmente una mina de hierro, en la ladera de la montaña no muy lejos de la superficie debido a los depósitos de mineral de hierro poco profundos que había allí. Los trabajos de exploración y explotación del hierro se iniciaron alrededor de 1810 en forma manual, ya que la dinamita se inventó cinco décadas después.

Posteriormente se estableció la Gran Mina (“Big Pit”) que hizo parte de una red de minas de carbón, establecida en Blaenavon en la primera mitad del siglo XIX, por la compañía “Blanaevon Iron and Coal”, como parte del desarrollo de la industria del hierro. Esta mina fue la más importante de todas las minas de carbón ubicadas en Blaenavon.

En 1878, el túnel principal fue profundizado hasta  llegar a la veta más antigua, a 90 metros de la superficie. Hacia 1908, la Gran Mina proporcionó empleo a 1.122 personas, y en 1923 alcanzó el máximo, con 1.399 hombres empleados, y un total de 250.000 toneladas de carbón producidas ese año.



Durante el auge de la producción, el carbón de la Gran Mina se exportó a Suramérica, y también a otros países del mundo. Hasta 1908, cuando se instaló un transportador mecánico como parte del equipo de la mina, todo el trabajo era hecho por la energía del hombre, incluyendo la picada del carbón. Esta mina fue una de las primeras en instalar electricidad, y ya en 1910 todos los ventiladores, los sistemas de acarreo y las bombas fueron alimentados por energía eléctrica.

En 1939, se instalaron baños modernos en la mina, lo cual significaba que los mineros ya no necesitaban caminar a casa sucios y mojados, arriesgándose a la enfermedad. Los baños también eran utilizados por las familias de los mineros; así, las mujeres ya no necesitaban transportar jarras de agua caliente para llenar tinas de estaño, y los niños ya no eran escaldados accidentalmente durante este proceso.

Durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó la extracción superficial de carbón en Blaenavon, en noviembre de 1941 utilizando equipo y hombres calificados del ejército canadiense. Luego, con base en un proceso de nacionalización que se realizó en 1947, la Junta Nacional del Carbón tomó posesión de la mina de Blaenavon Co. Ltd, la cual empleaba a 789 hombres en ese entonces.

En 1970 la fuerza laboral sólo contaba 494 hombres, ya que las operaciones se habían centrado únicamente en las vetas de Garw, con un espesor máximo de sólo 70 centímetros.  La Gran Mina se cerró definitivamente el 2 de febrero de 1980, con una pérdida de más de 250 empleos,

Estación de ferrocarril para uso del museo

La estación de tren anexa al museo de la Gran Mina, hace parte de la línea de ferrocarril entre Pontypool y Blaenavon, la cual abrió oficialmente el 6 de abril de 2012, pero la línea a “Big Pit” se abrió el viernes 16 de septiembre de 2011. La línea y la estación se abrieron específicamente para atender a los turistas que visitan el museo.


El Museo Nacional del Carbón

Durante algunos años antes del cierre, la mina había sido identificada como una posible atracción patrimonial y se creó un grupo de trabajo formado por la Junta Nacional del Carbón, el gobierno local, el Museo Nacional, la Agencia de Desarrollo de Gales y la Oficina Galesa. Poco después del cierre de la mina, Torfaen Borough Council compró el sitio y fue entregado a un fideicomiso caritativo llamado “Big Pit (Blaenavon) Trust” para gestionar la conversión a un museo de patrimonio histórico. El desarrollo inicial costó 1 millón y medio de libras esterlinas con fondos de la Junta de Turismo de Gales, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Consejo de la ciudad y el Consejo del Condado de Gwent. La mina volvió a abrirse para los visitantes en 1983 y creó 71 empleos.

Varias edificaciones fueron reconstruídas en el sitio original: el cuarto de la pólvora; la oficina de la empresa; el taller de electricidad; la puerta de entrada al túnel; la tornamesa y el cargadero; el cablestante; el cuarto de almacenamiento del combustible; el cable para jalar el carro o las canecas; las duchas de los mineros; el cuarto de la pólvora donde se almacenaban los explosivos necesarios para el trabajo minero; la herrería; el aserradero de postes y cabeceras; y los demás implementos que se usaban durante el tiempo en que la Gran Mina estaba en producción.

La Gran Mina como atracción turística

Inicialmente, el número de visitantes fue inferior al esperado, lo que amenazó la viabilidad a largo plazo del museo. En 1983 menos de 100.000 visitantes vinieron al sitio y los números alcanzaron un pico de 120.000 en 1992. Posteriormente, el número de visitantes disminuyó significativamente a menos de 90.000 en 1998. El plan del proyecto sugirió que se necesitarían 100.000 visitantes por año en los primeros 5 años.

Como esta cifra de visitantes no se estaba logrando, y la tarifa de entrada para adultos de £ 5,75 no cubría los costos. en enero de 2000 se consiguió una importante donación del Fondo de la Lotería del Patrimonio, por más de 5 millones de libras esterlinas, que permitió adelantar una mejora significativa en las instalaciones para visitantes. El 1 de febrero de 2001 la Gran Mina se incorporó al Museo Nacional de Gales, y se hizo de entrada gratuita.

En el año 2000, la zona industrial de Blaenavon, incluído el Museo Nacional del Carbón de la Gran Mina, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El museo cuenta con una gama de atracciones sobre la superficie, incluyendo una casa sinuosa, un aserradero, la subida a la torre de la vertical principal, y servicio de baños. Los visitantes también son llevados por debajo de la tierra hasta el fondo del túnel, donde se les explica el funcionamiento de la mina.

Seguridad

La mina está cubierta por las regulaciones de seguridad industrial de la Superintendencia de Minas, porque todavía se clasifica como una mina en funcionamiento. Los visitantes deben llevar un casco de plástico duro, una lámpara de seguridad, y una batería en un cinturón que pesa 5 kilogramos. Pues deben llevar en su cinturón un aparato de respiración para casos de emergencia, el cual filtra el aire en caso de presentarse contaminación de gas, el cual puede operar durante una hora aproximadamente, dando tiempo para sobrevivir y escapar de la mina.

Los peligros de la mina son reales; hay carteles de prevención acerca de la intoxicación por monóxido de carbono, que sirven como como recordatorio de los peligros reales por debajo del suelo. Hay sistemas automáticos de detección de gas, colocados discretamente en  los túneles, al igual que sistemas telefónicos de emergencia.

Como se puede ver, hay grandes diferencias especialmente en la envergadura y alcance del proyecto, pero también hay muchas similitudes, como es el contar con minas que estuvieron mucho tiempo en operación, creando empleo y desarrollo en el municipio y en la región, y que se encuentran hoy cerradas, pero que se pueden recuperar, al menos parcialmente, para fines didácticos y turísticos.

Invito pues a su lectura, análisis y discusión, a fin de darle forma a la idea, y con su activa participación probablemente podamos convertirlo en un proyecto viable a nivel municipal y regional.

Cualquier observación, sugerencia, u ofrecimiento de colaboración voluntaria son bienvenidos, y pueden enviarlos a mi correo electronico: rafaelpalacioscortes@gmail.com




[1] La Gran Mina, artículo extraído, adaptado y traducido por Rafael Palacios Cortés, del sitio web: Big Pit National Coal Museum en Wikipedia.