Wednesday, September 14, 2022

La Ecología: principios, conceptos y desarrollo sostenible

 

Este es el séptimo y último post de la serie Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático, en el cual veremos distintos conceptos sobre Ecología, Ecosistemas, Sostenibilidad, Desarrollo Sostenible y normatividad pertinente al uso y aprovechamiento respetuoso del medio ambiente. 

 

 

 

 

Principios y conceptos 

La Ecología está basada en la ciencia de la sostenibilidad y en la ciencia ambiental. Las dos ciencias constituyen las bases de la estructura analítica y filosófica, mientras que los datos se coleccionan usando medidas de sostenibilidad, y después de su procesamiento los resultados se usan para formular planes y políticas de sostenibilidad. La puesta en práctica del desarrollo sostenible tiene como fundamento ciertos valores y principios éticos. 

La Carta de la Tierra es una declaración de la ética global para un mundo sostenible; fue desarrollado a partir de un proceso altamente participativo a nivel mundial, durante un período de ocho años a partir de la Cumbre de Río que se realizó en Brasil en 1992. La legitimidad de la Carta de la Tierra viene como resultado del proceso participativo dentro del cual se elaboró, ya que miles de personas y organizaciones de todo el mundo brindaron su aporte para encontrar dichos valores y principios éticos compartidos, que pueden ayudar a las sociedades a ser más sostenibles. Actualmente existe una red creciente de individuos y organizaciones que utilizan esta Carta como instrumento educativo y de incidencia política. 

 La ecología es la rama de la biología que estudia las interrelaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno; también estudia cómo las interacciones entre los organismos y su ambiente afectan la distribución o la abundancia de estos organismos. A estas interrelaciones le llamamos ecosistemas, los cuales están compuestos de partes que interactúan dinámicamente entre ellas, junto con los organismos, las comunidades que los integran, y también los componentes no vivos de su entorno. La ecología evolucionó a partir de la historia natural de los antiguos filósofos griegos. Las bases posteriores para la ecología moderna se establecieron en los primeros trabajos de los fisiólogos de plantas y animales. 

Los conceptos evolutivos sobre la adaptación y la selección natural se convirtieron en piedras angulares de la teoría ecológica moderna, transformándola en una ciencia más rigurosa en el siglo XIX. La ecología se ocupa del nivel superior a dichos organismos, ocupándose de las poblaciones, las comunidades, los ecosistemas y la bioesfera. Por esta razón, y por ocuparse de las interacciones entre los individuos y su ambiente, la ecología es una ciencia multidisciplinaria que utiliza herramientas de otras ramas de la ciencia, especialmente de la geología, la meteorología, la geografía, la sociología, la física, la química y  las matemáticas. 

A la variedad de organismos en un ecosistema se le denomina biodiversidad. Los diferentes organismos, incluídos los seres humanos y los demás recursos, componen los ecosistemas que mantienen los mecanismos de retroalimentación biofísicos existentes en el planeta que moderan los procesos entre los seres vivos (bióticos) y los no vivos (abióticos). Los ecosistemas incluyen las funciones que sustentan la vida y producen el capital natural, tales como la producción de biomasa, los ciclos biogeoquímicos globales, la filtración del agua, la formación del suelo, el control de la erosión, la protección contra inundaciones, y muchos otros elementos naturales de interés científico, histórico o económico. 

Los ecólogos tratan de explicar los siguientes fenómenos de la naturaleza: los procesos de la vida, las interacciones y adaptaciones dentro de un sistema; el movimiento de materiales y de energía a través de las comunidades vivas; la abundancia y distribución de los organismos y la biodiversidad en el contexto del entorno; y el desarrollo sucesional de los ecosistemas. Existen muchas aplicaciones prácticas de la ecología en la biología, la conservación y manejo de humedales, en el manejo de recursos naturales, en la planificación de ciudades, en la salud comunitaria, en la economía, la ciencia básica aplicada, y la interacción social humana. 

La Biosfera 

La biosfera es el sistema formado por el conjunto de los seres vivos del planeta Tierra y sus interrelaciones, las cuales influyen tanto en los organismos, como en el medio donde se encuentran; contiene gran cantidad de elementos, entre los cuales sobresalen el carbono, el nitrógeno, el hidrógeno y el oxígeno. Hay también en ella otros elementos, tales como el fósforo, el calcio y el potasio, que también son esenciales a la vida, aunque pueden estar presentes en pequeñas cantidades. En los ecosistemas y en los diferentes niveles de la biosfera, se da un continuo reciclaje de todos estos elementos, los cuales se alternan entre los estados minerales y los orgánicos. 


La biosfera es un concepto de gran importancia en astronomía, geología, climatología, paleogeografía, biogeografía y en todas las ciencias que tratan sobre la vida en la Tierra. La biosfera comprende la superficie y el fondo de los océanos, la superficie de los continentes, y los diferentes niveles de la corteza terrestre, donde la vida prospera aún entre los poros e intersticios de las rocas. También incluye a todos los ecosistemas, ya sean grandes o pequeños. 

En los continentes la red trófica arranca de las plantas terrestres, fotosintetizadores que obtienen nutrientes minerales del suelo gracias a las mismas estructuras con que se anclan, las raíces, haciendo circular agua hacia el follaje, donde la evaporan. Por esta razón el principal factor limitante en los continentes es la disponibilidad de agua en el suelo, así como también la temperatura, que es más variable que en los mares, donde el calor propio del agua asegura un ambiente térmico homogéneo y estable en el tiempo. El agua también se intercambia en ciclos regulares, entre la hidrosfera, la litosfera, la atmósfera, y la biosfera. 


Los océanos son grandes depósitos que almacenan el agua, aseguran la estabilidad térmica y climática, y facilitan el transporte de elementos químicos gracias a las grandes corrientes oceánicas. Aunque se da una ligera entrada de energía geotérmica, procedente de la masa ígnea en el centro de la Tierra, la mayor parte del funcionamiento de los ecosistemas depende de la energía solar, ya que las plantas y los microorganismos fotosintéticos convierten la luz en energía química mediante el proceso de fotosíntesis, lo que crea la glucosa y libera oxígeno. La glucosa es un azúcar simple que se convierte en la segunda fuente de energía que impulsa los ecosistemas; parte de esta glucosa es utilizada directamente por otros organismos para la energía que necesitan. Otras moléculas de azúcar pueden ser convertidas en otras moléculas, tales como los aminoácidos. Las plantas usan alguno de estos azúcares, concentrado en el néctar de las flores, para atraer a los polinizadores que ayudan en la reproducción. 


Los ecosistemas 

Un principio fundamental de la ecología es que cada organismo vivo tiene una relación permanente y continua con todos los demás elementos que componen su entorno. Asímismo, a la suma total de las interacciones de los organismos vivos con su medio no viviente en una zona determinada, se le denomina un ecosistema. El estudio de los ecosistemas por lo general se centra en la circulación de energía y de materia a través del sistema. 

Casi todos los ecosistemas funcionan con base en la energía del sol, capturada por los productores primarios a través de la fotosíntesis. Esta energía fluye a través de la cadena alimentaria, hacia los consumidores primarios (los animales herbívoros que comen y digieren las plantas), y los consumidores secundarios y terciarios (los animales bien sean omnívoros o carnívoros). La energía se pierde o se gasta a través de los organismos vivos cuando es utilizada por estos organismos para hacer un trabajo, o se diluye como calor residual. 

La materia se incorpora a los organismos vivos mediante los productores primarios. Las plantas fotosintetizadoras fijan el carbono a partir del dióxido de carbono y del nitrógeno de la atmósfera, o nitratos presentes en el suelo para producir aminoácidos. Los nutrientes son generalmente devueltos a los ecosistemas a través de la descomposición. Todo el movimiento de los productos químicos en un ecosistema se denomina un ciclo biogeoquímico, e incluye el ciclo del carbono y del nitrógeno. 


Los ecosistemas de cualquier tamaño se pueden estudiar, por ejemplo en una roca o en una montaña, ya que la vida de las plantas que crecen en ella puede consideradarse un ecosistema. La roca puede estar en un llano, con muchas otras rocas, o hierbas pequeñas, o animales que pastorean alrededor, y también forman un ecosistema. De hecho, toda la superficie terrestre, así como la materia que la conforma, el aire que está directamente encima de ésta, y todos los organismos vivos que viven dentro de ella, pueden ser considerados como un solo sistema, o un gran ecosistema. 


Sostenibilidad ambiental 

La sostenibilidad ambiental describe cómo los sistemas biológicos se mantienen productivos, con el transcurso del tiempo; es decir, se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión, este concepto se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación de éstos. 

El desarrollo económico es una cadena que tiene varios eslabones; uno de ellos es el medioambiente. Las empresas no pueden disponer de este como si fuera una fuente inagotable de recursos, aún cuando el fin que persigan sea satisfacer necesidades humanas a través del consumo. Los recursos naturales son limitados; por lo tanto su sobreexplotación o mal manejo puede derivar en que en el mediano o largo plazo no existan fuentes importantes de abastecimiento de algunos elementos esenciales para la vida, como el agua, la energía eléctrica, la tierra, los árboles, etc. 

El factor climático es una oportunidad para la generación de actividad productiva responsable y eficiente, principalmente cuando se trata de las energías renovables, es decir, aquellas que pueden generarse por medio de fuentes naturales y sin dañar al medioambiente. De esta manera se han construído sistemas de calefacción y electricidad basados en energía solar, o bien por medio de la potencia del agua. 

En zonas lluviosas, los agricultores generan sistemas de racionalización del agua para asegurar el abastecimiento de regadío para sus cultivos y así, los diferentes actores que intervienen en el desarrollo económico ven cada vez con mayor interés las oportunidades que el medioambiente ofrece, a través del clima, para el crecimiento económico. 

En el desarrollo sostenible se aplica el principio organizador para alcanzar los objetivos de desarrollo humano, y al mismo tiempo sostener la capacidad de los sistemas naturales de proporcionar recursos y servicios, en función de los cuales trabajan la economía y la sociedad, atendiendo especialmente la preservación de sitios históricos y culturales. El resultado deseado es una situación de sociedad donde las condiciones de vida y los recursos se utilizan para continuar satisfaciendo las necesidades humanas sin socavar la integridad y la estabilidad del sistema natural. También puede definirse como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias. 


La definición de desarrollo sostenible se formalizó por primera vez en el documento conocido como el Informe Brundtland publicado en 1987, denominado así por la primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland, como resultado de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada durante la Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición se incluyó como Principio 3º de la Declaración de Río (1992), que se aprobó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. El concepto de desarrollo sostenible refleja una creciente toma de conciencia acerca de la contradicción que puede darse entre crecimiento y desarrollo, ya que el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo sostenible. 

El crecimiento económico es un proceso a través del tiempo durante el cual el nivel de actividad económica aumenta constantemente. Se considera que un país crece cuando su producción de bienes y servicios aumenta en el largo plazo. Por lo tanto el crecimiento económico se observa en el seguimiento de los cambios en el PIB (Producto Interno Bruto). El desarrollo económico se refiere a un crecimiento que genera una mejor distribución del ingreso y de la riqueza, y que es capaz de reproducir las mejores técnicas de producción en cada uno de los sectores. Asimismo, el desarrollo es un crecimiento mas justo socialmente, sin indigencia y con oportunidades de progreso social para todos los habitantes de un país. 

Esta conciencia de los costos humanos, naturales y medioambientales del desarrollo sostenible, y el progreso, han venido a modificar la actitud de despreocupación o justificación que al respecto imperó durante mucho tiempo. La idea de un crecimiento económico sin límites y en pos del cual todo podía sacrificarse, vino a ser reemplazada por una conciencia de esos límites, y de la importancia de crear condiciones de largo plazo que hagan posible el bienestar de las actuales generaciones, sin menoscabo de las condiciones de vida futuras para la humanidad. 

Desarrollo respetando el medio ambiente 

El objetivo del desarrollo sostenible se consigue mediante proyectos viables que reconcilien los aspectos económico, social y ambiental de las actividades humanas; se trata de progresar en estos tres ámbitos, sin tener que destruir el medio ambiente. Los "tres pilares" que deben ser tenidos en cuenta, tanto por las empresas, como por las comunidades y las personas, son: 



Sostenibilidad económica: ésta se da cuando la actividad es financieramente posible y rentable. 

Sostenibilidad social: consiste en el mantenimiento de la cohesión social y la posibilidad de trabajar en objetivos comunes. Busca también que las comunidades reciban beneficios por desarrollar actividades que mejoren las condiciones de vida de sus miembros. Lo anterior también se aplica a los grupos humanos involucrados en una actividad institucional o empresarial, cubriendo o considerarando a los trabajadores, proveedores, clientes, el público y la sociedad en general. 

Sostenibilidad ambiental: es la compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la biodiversidad en los ecosistemas, evitando la degradación de su entorno. Incluye un análisis de los impactos derivados de la actividad, considerando el consumo de los recursos, bien sean o no renovables, así como también la generación de residuos y emisiones. 

En Colombia la normatividad ambiental ha tenido un importante desarrollo en las últimas décadas, en especial a partir de la Convención de Estocolmo de 1972, cuyos principios se acogieron en el Código de Recursos Naturales Renovables y de protección al medio ambiente mediante el Decreto Ley 2811 de 1974. Este se constituyó en uno de los primeros esfuerzos en Latinoamérica para expedir una normatividad integral sobre el medio ambiente. En el año 2014, Colombia fue el segundo país en Latinoamérica con más voluntarios en línea después de Brasil, donando su tiempo, sus habilidades, y participando en tareas para financiar un desarrollo sostenible que fuese atento a las diferencias de género a través de la agro forestación y el ecoturismo.


Condiciones para el desarrollo sostenible 

Se llama desarrollo sostenible al desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible se puede entender como aquella que se puede mantener; por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación, es una actividad sostenible. En cambio, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles en el mediano y largo plazo, tal y como hoy en día están planteadas. 


A lo largo de la historia, el ser humano ha utilizado sus conocimientos del medio natural, y las herramientas disponibles para extraer y transformar los elementos de la naturaleza que le sirven para satisfacer sus necesidades. Los límites de los recursos naturales sugieren tres reglas básicas en cuanto a los ritmos en que debiera emprenderse dicho desarrollo: 
i - Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación. 
ii - Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente. 
iii - Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible. 

En síntesis podemos decir que la sostenibilidad es un proceso socio-ecológico caracterizado por un comportamiento en busca de un ideal común. Es un término que engloba la acción del ser humano en relación con su entorno; se refiere al equilibrio que existe en una especie, basándose en su entorno y todos los factores o recursos que tiene para hacer posible el funcionamiento de todas sus partes, sin necesidad de dañar o sacrificar las capacidades de otro entorno. Por tanto, sostenibilidad significa en términos de objetivos, satisfacer las necesidades de las generaciones actuales, sin afectar la capacidad de las generaciones futuras. En términos operacionales, consiste en promover el progreso económico y social respetando los ecosistemas naturales y la calidad del medio ambiente. 

Nunca consideres el estudio como una obligación 
sino como la oportunidad para penetrar en 
el bello y maravilloso mundo del saber.  

Albert Einstein