Sunday, February 6, 2011

Fallece mi tía de 100 años

El mes pasado pasó a la eternidad mi tía María Helena Cortés vda. de Mora, cuando le faltaban tan sólo unos días para cumplir 100 años, todos ellos vividos en Suesca. Rindo un sentido homenaje al concluir su viaje por este mundo, y empezar a gozar de la presencia Divina en el cielo. Fue ella siempre devota creyente en Dios, y hasta su tumba se fue acompañada de su Rosario en sus manos.
Aunque son pocos los recuerdos que conservo de ella, su imagen para mi es imborrable y ejemplar: a pesar de las tribulaciones de la vida siempre conservó su fé en Dios, su erguida postura y su vitalidad para sacar adelante ella sola su familia de 8 hijos. La desaparición temprana de su esposo Teófilo Mora, la dejó sola en tremendo reto, del que salió airosa. Hoy sus hijos Yolanda, Julio, María Helena, Clara, Luz, Marcos y Enriqueta encabezan sus propios hogares, rodeados de hijos y nietos. Su hijo mayor, Teofilo, se le había adelantado hace unos años en el viaje al más allá.
Fueron sus padres Apolinar Cortés y Juana Guáqueta, y sus hermanos: Marcelino (tio Marcito), María Ascención (tia Maruja), Dolores (tia Lola), Procesa (tia Prola), Nieves, Benedicta, Abelardo, e Hipólito (tio Polo), todos ellos ya fallecidos. Se van con ella 100 años de historia del Municipio de Suesca, de sus gentes, y de la familia Cortés Guáqueta que surgió y se desenvolvió principalmente en  la vereda de Cacicazgo.
A todos sus hijos y sus familias, mi más sentido pésame. A ella mi cariño, gratitud y oración para que su alma descanse en paz.
A continuación se aprecia una foto tomada a la tia Helena en casa de su hija Enriqueta y su esposo Guillermo, en Septiembre de 2006:
 
"La persona que ha guiado a otros por el camino del bién,
brillará como estrella por toda la eternidad..."

3 comments:

  1. Un comentario muy bello a la memoria de la tía.

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  2. La tía Helena era una bella persona, tenia un centro que reunía lo disperso, una regla que mide y ordena, un sosiego nacido del estar dueña de sí.
    Ella proyectaba serenidad y moderación porque vivía en armonía con sus sentimientos.

    "A las obras bien hechas no se les puede quitar ni añadir, porque tanto el exceso como el defecto destruyen la perfección".
    Aristóteles.

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  3. Estimado Rafael:

    Lo acompaño en estos momentos al despedir a la abuela que como veo dejó huellas imborrables. Ella está en la eternidad disfrutando de la alegría de estar cerca de Dios. Abrazos

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